viernes, 21 de agosto de 2009

El cascabel de María




Os contaré la aventura que tuvo que pasar el precioso cascabel de Anna para regresar a las manos de María. Estaba Anna en la cuna, cuando entró en la habitación toda ilusionada María, la hermanita de Anna, con un regalito para ella, lo abrió, era un reluciente cascabel, que llevaba escrito su nombre en él . Se lo colocó al cuellecito de su hermana, al sonar, el cascabel empezó a agitar con su manita, tanto le gustó y tanto agitó, que el lazo se desató, pero eso no impidió a Ana a seguir jugando y jugando, riendo sin parar sin apenas darse cuenta se le escapó de sus pequeñas manitas, rebotando en la esquina, con tanta fuerza que se calló por la ventana de la habitación. María fue tras él, corriendo escaleras abajo, mientras bajaba, aparecieron unas niñas que pasaban. Se dieron cuenta que en la acera relucía algo de metal, se agachó Laura que llevaba un perrito y toda contenta le dijo a su amiga: mira para Perla le irá muy bien y se fueron al parque. En el parque se lo ataron en el cuello de Perla , que, contenta, brincaba. María que había visto como se agachaban, fue tras ellas, pero se llevaban mucha distancia y las perdió; triste María regresó a su casa. Mientras las niñas jugaban el parque con Perla, la perrita hizo un movimiento para coger la pelotita de juego con tan mala fortuna, que se tragó el cascabel, ya que al mismo tiempo, se volvió a desatar rápidamente. Laura y su amiguita Marta, fueron corriendo al ver a la pobre Perla en apuros, la llevaron al veterinario más cercano. Luis el veterinario con mucho aplomo, dió un golpe seco en el abdomen del animalito, e hizo salir de su estómago el objeto que le bloqueaba, sorprendido por las iniciales, les pregunto a las niñas, si eran de ellas, nerviosas del percance, dijeron que no, que se lo podía quedar él . María en aquel momento entró , y al ver a Luis ,su padre con el cascabel, no se lo podía creer. Sus ojos le salían de las orbitas, toda sorprendida, le dijo a su padre: es él, es él; y su padre le preguntó: ¿Qué hija? ¿Qué? El cascabel de Anna, que jugando había perdido. Colorín colorado este cuento se ha acabado.

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